El Porís de La Candelaria es una playa que se sitúa en la isla de La Palma, y ocupa el quinto lugar en tamaño de toda la isla, esta forma una oquedad, y la convierte en un espacio acogedor.
A sus laterales se encuentran diversas cuevas, que son las preferidas por los turistas para bañarse. Con los años se ha convertido en uno de los lugares predilectos por los bañistas al momento de vacacionar, debido a que consta de un oleaje moderado que brinda al lugar un ambiente tranquilo.
A unos escasos metros de la orilla del mar se encuentran casas que construyeron algunas personas para tener un lugar donde quedarse varios días para vacacionar, unas son únicamente para el disfrute de sus dueños y otras en oportunidades las alquilan para quienes deseen quedarse lo más cerca del mar posible y así contemplar sus paisajes desde ellas.
Es color azul claro de sus aguas, hace un contraste increíble con la vegetación que se encuentra a su alrededor y el cielo, permitiéndole a los visitantes observar paisajes increíbles y si se ubican en lo alto de las rocas que tiene a sus alrededores alcanzan a tener vistas panorámicas para los amantes de contemplar y fotografiar.
Es un lugar que por muchos es desconocido pero que al visitarlo, les queda grabado y deciden por visitarlo nuevamente por la energía y magia que guarda.
Al encontrarse aislado del turismo de masa se convierte en el preferido por los adultos y todas aquellas personas que tengan hijos pequeños, ya que les permite compartir y toparse con pocas personas en el lugar, permitiéndoles irse a bañar y vigilar a sus hijos en las orillas jugar sin inconvenientes y con toda seguridad de que no se pierdan o les pase algo y no se den cuenta.
Además que sus cuevas también se convierten en una diversión distinta para los pequeños y para las familias, al poder ver algo distinto, más allá de agua, sol y arena.
A esta playa se llega por medio del camino llamado camino al Poris y su entrada se encuentra junto al conocido kiosco El Diablo.
Al llegar a la carretera, se sigue en línea recta, siguiendo la vía, hasta topar con el aparcamiento y debe dejarse el coche ahí.
Para luego, partir de ahí y caminar aproximadamente cinco o diez minutos por un sendero y llegar al enclave costero. Otras de las opciones de llegar es a través del mar.