Esta es una de las costas más salvajes de Tenerife, y quizás de las menos conocidas y transitadas. Sin lugar a dudas, cuando visites esta playa, te atrapará su tranquilidad, y su belleza.
No te arrepentirás de ir a verla. Posee aguas cristalinas, con tonalidades de un vibrante color turquesa, con una arena suave y dorada, y con paisaje increíble. Es conocida como playa Blanca, por lo transparente de sus aguas, y el color tan claro de su arena, es una playa nudista, de aguas muy dóciles.
Esta playa cuenta con unos 200 metros de longitud, y lo primero que llamará tu atención es el color azul de sus aguas. Es un paisaje poco común que te dejará encantado.
Después de que te sorprendas por su belleza, te quedarás atónito por la tranquilidad, no hay bares, ni hoteles. Solo oirás el sonido del mar, una tremenda calma y por supuesto como ya te hemos dicho, un paisaje que te deja boquiabierto.
La playa es un espacio natural protegido, tanto en tierra como en mar, y es una de las zonas perfectas para practicar snorkel. Tampoco hay papeleras así que lleva una bolsa para que pongas tus desperdicios y siga siendo uno de los espacios naturales más hermosos.
Es común practicar nudismo, aunque no es considerada una playa nudista, y tiene también un ambiente muy hippie. En las cuevas colindantes a la playa viven personas, que suelen poner algún puesto de collares y pulseras al inicio de la playa e incluso tocan a ratos sus tambores.
Así que la atmósfera es muy genial, querrás quedarte, y llevarte algún souvenir a todos tus conocidos, que les recuerden que estuviste aquí, en este increíble lugar escondido de Canarias.