
En el sur de La Gomera, donde el tiempo parece detenerse, se encuentra la Playa de La Negra. No busques aquí chiringuitos ni multitudes; este rincón de Alajeró es un santuario de calma, un lugar donde el murmullo del Atlántico es la única banda sonora.
La Negra es una invitación a la desconexión. Su arena oscura, salpicada de callaos pulidos por el mar, se extiende a lo largo de unos 170 metros. A un lado, el cabo “El Puntón”; al otro, el acantilado “Cerro Negro”. Un paisaje que habla de la fuerza volcánica que dio origen a la isla.
Para Buceadores: La verdadera magia de La Negra se esconde bajo la superficie. Sus aguas, de una transparencia asombrosa, albergan una rica vida marina. Ponte las gafas, el tubo y las aletas, y descubre un mundo submarino fascinante.
El oleaje, por lo general, es suave, invitando a un baño relajante. Pero recuerda, estás en el Atlántico, y la prudencia nunca está de más. La Negra es una playa virgen, un lienzo en blanco donde la naturaleza es la artista.
La Negra es mucho más que un lugar para tumbarse al sol:
Importante: La Negra es una playa sin servicios. No hay socorrista, ni duchas, ni chiringuitos. Ven preparado con todo lo que necesites (agua, comida, protección solar) y, por favor, llévate contigo toda tu basura.
Acceder a La Negra es parte de la aventura:
No, La Negra no cuenta con servicio de vigilancia.
Con precaución. La ausencia de socorrista y el fondo de arena y callaos requieren supervisión constante.
La normativa puede variar. En general, se recomienda no llevar mascotas a playas no habilitadas.
No, La Negra es una playa virgen, sin servicios.
La Playa de La Negra no es un destino para cualquiera. Es un regalo para aquellos que buscan algo más que sol y arena: un lugar para reconectar con la esencia de La Gomera.
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