Esta bahía abarca desde la punta de los Molinillos hasta la urbanización Risco de Gato. Su longitud es colosal, pues detenta 2.190 metros y una anchura media de 40 metros, pero que en algunas zonas puede ser tan grande que llega a los 300 metros de arena hacia atrás.
A pesar de su clima ventoso, su agua se mantiene tranquila, serena para que los visitantes puedan gozar de sus aguas a placer, dando sitio para que prácticas acuáticas como el buceo y windsurf vean vida y prosperen, tanto para practicantes como para los mismos turistas, quienes siempre muestran cierta curiosidad a la hora de observar estos deportes.
Si eres deportista y te gustan los retos, podrás realizar en esta playa otras actividades físicas como el footing, walking, y hasta la caminata nórdica o marcha nórdica, que se ha convertido en una ascendente tendencia en Fuerteventura.
Entre los servicios que puedes adquirir en este lugar paradisíaco encontramos el alquiler de sombrillas, hamacas y hasta incluso vehículos acuáticos, para que lleves tu diversión al máximo.
Y si llega a cansarse de la vida en el mar y en contacto con la naturaleza, sus alrededores están muy bien equipados, contando con una red de restaurantes, bares y hasta centros comerciales.
La zona es una de las más turísticas de toda Fuerteventura, por tanto, hoteles no faltarán para que usted se hospede el tiempo que desee, con la mejor atención y el mejor trato.