
Imagina un rincón en la costa este de La Palma donde el tiempo parece haberse detenido. Un lugar alejado del bullicio, donde el único sonido es el murmullo de las olas rompiendo contra la orilla volcánica y el silbido del viento entre los acantilados. Hablamos de la Playa Porís de Tigalate, un pequeño tesoro escondido en el municipio de Villa de Mazo, que ofrece mucho más que un simple baño en el Atlántico. Es un viaje a la esencia más pura y tranquila de la “Isla Bonita”, un lugar con sabor a salitre, historia y naturaleza virgen. Si buscas desconectar, encontrar paz y descubrir un pedacito auténtico de La Palma, ¡sigue leyendo! Te llevamos de ruta por este secreto guardado entre barrancos y mar.
Situada en la costa del municipio de Villa de Mazo, la Playa Porís de Tigalate no es la típica playa de postal con arena dorada y sombrillas. Es algo mucho más auténtico y salvaje. Su orilla, una mezcla de arena negra volcánica y callaos (piedras redondeadas por el mar), se adentra en unas aguas generalmente limpias y de un azul intenso.
Su principal atractivo es, sin duda, la tranquilidad. Al estar relativamente aislada y requerir un acceso algo más elaborado que otras playas de la isla, no suele estar masificada. Esto la convierte en el refugio perfecto para quienes huyen de las multitudes y buscan un contacto directo con la naturaleza y el océano. Es un lugar ideal para leer un libro, meditar al son de las olas, o simplemente contemplar el horizonte y sentir la inmensidad del Atlántico.
Las condiciones del mar pueden variar, como en toda la costa norte y este de La Palma, por lo que siempre es recomendable observar el estado del oleaje antes de bañarse y tener precaución, especialmente si vas con niños. No obstante, en días de calma, sus aguas invitan a un chapuzón refrescante en un entorno espectacular.
Pero el Porís de Tigalate no es solo playa. Sus alrededores guardan vestigios fascinantes de la vida tradicional palmera, elementos etnográficos que nos hablan de un pasado no tan lejano donde el ingenio y el aprovechamiento de los recursos naturales eran clave para la subsistencia. Muy cerca de la playa, encontrarás los pozos y secaderos mejor conservados de la isla, testigos silenciosos de antiguas labores agrícolas y textiles.
Los Pozos: No son pozos excavados en busca de agua dulce, sino oquedades naturales en la roca volcánica costera, a menudo profundas, donde el agua del mar se filtra y se renueva con las mareas. Tenían una función crucial en el procesamiento de dos productos importantes:
Los Secaderos: Una vez sacados los chochos o el lino de los pozos, necesitaban secarse al sol. Los secaderos son superficies llanas y empedradas, a menudo cercanas a los pozos y orientadas para recibir la máxima insolación, donde se extendían los productos para su secado.
Visitar estas estructuras es como asomarse a un museo al aire libre. Nos permite imaginar el esfuerzo y la sabiduría de las generaciones pasadas que supieron adaptar sus vidas a este entorno costero.
Un Paseo por la Historia: Dedica tiempo a caminar por los alrededores de la playa y observar detenidamente estas construcciones. Son un testimonio valioso del patrimonio etnográfico de Villa de Mazo y La Palma.
El entorno natural del Porís de Tigalate es tan protagonista como la propia playa. La costa de Villa de Mazo es escarpada y abrupta, marcada por la fuerza del vulcanismo y la erosión marina. Los acantilados oscuros caen hacia el mar, creando un paisaje dramático y de gran belleza.
Desde la playa y sus alrededores, las vistas son espectaculares. Hacia el interior, se divisa la ladera que asciende hacia las medianías, a menudo salpicada por antiguos caseríos y bancales de cultivo abandonados. El contraste entre el azul intenso del mar, el negro de la roca volcánica y el verde (más o menos intenso según la época) de la vegetación crea composiciones visuales muy atractivas.
No muy lejos, aunque no directamente visibles desde la playa, se encuentran hitos geográficos mencionados en la zona como el Barranco Hondo y los cabocos (oquedades o cuevas) asociados al Salto de Tigalate, que forman parte del complejo sistema de barrancos que caracteriza la orografía palmera.
Este paisaje es un paraíso para los amantes de la fotografía, ofreciendo infinitas posibilidades para capturar la fuerza de la naturaleza, los detalles de la roca volcánica, los juegos de luz sobre el mar o la atmósfera tranquila y solitaria del lugar.
Aunque la tranquilidad es su seña de identidad, el Porís de Tigalate y su entorno ofrecen diversas actividades para diferentes tipos de viajeros:
Llegar al Porís de Tigalate requiere un poco de planificación, ya que no es una playa de acceso directo y fácil.
Cómo Llegar:
Servicios:
Mejor Época para Visitar:
¿Para Quién es Ideal el Porís de Tigalate?
Turismo Responsable: El Porís de Tigalate es un lugar especial y frágil. Respeta el entorno, no dejes basura (llévatela contigo), no dañes las estructuras históricas y sigue los senderos marcados. Ayúdanos a conservar este tesoro.
Ya que estás en la zona, aprovecha para descubrir otros encantos de Villa de Mazo, un municipio conocido por su rica tradición artesana y su patrimonio cultural:
Depende del estado del mar. Al ser una playa abierta al Atlántico en la costa este, puede tener oleaje y corrientes. Observa siempre las condiciones antes de entrar al agua y ten precaución, especialmente con niños. No hay servicio de socorrismo.
Los servicios son muy limitados. Puede haber algún quiosco básico estacionalmente, pero no es seguro. Es muy recomendable llevar tu propia comida y bebida. En los barrios altos de Montes de Luna o Tiguerorte encontrarás bares y tiendas.
No. El acceso principal es por una pista de tierra y luego hay que caminar un tramo hasta la playa. Los accesos por sendero tampoco son adaptados. No es una playa accesible.
La acampada libre está prohibida en las playas y espacios naturales protegidos de La Palma, a menos que sea en zonas específicamente habilitadas para ello, lo cual no es el caso del Porís de Tigalate.
En Canarias, un “porís” (del latín portus) hace referencia a un pequeño puerto natural, embarcadero o refugio costero, a menudo utilizado tradicionalmente por pescadores o para el comercio de cabotaje.
La Playa Porís de Tigalate es, en definitiva, una invitación a bajar el ritmo, a conectar con la naturaleza en su estado más puro y a descubrir las huellas de la historia palmera junto al mar. No es un destino para quien busca comodidades y servicios, sino para quien valora la autenticidad, la tranquilidad y la belleza agreste. Un pequeño secreto en la costa de Mazo que merece la pena descubrir con respeto y calma.
¿Te ha gustado este artículo? ¡Compártelo con tus amigos y familiares!