
Imagina un lugar donde el tiempo parece discurrir a otro ritmo, un valle profundo esculpido por volcanes y barrancos que se abre majestuosamente al océano Atlántico. Un rincón de La Gomera bañado por el sol casi todo el año, donde palmeras esbeltas se mecen con la brisa marina y pequeñas casas blancas salpican laderas escalonadas por antiguos bancales. Bienvenido a Valle Gran Rey, el corazón turístico de la isla colombina, pero un corazón que late con calma, autenticidad y un toque bohemio que atrapa. Si te preguntas qué ver en Valle Gran Rey, prepárate, porque este no es solo un destino, es una experiencia que te calará hondo.
Aquí, entre el imponente Parque Rural y el azul infinito, conviven familias buscando playas seguras, parejas tejiendo recuerdos bajo atardeceres de escándalo, aventureros explorando senderos ancestrales y viajeros que simplemente anhelan desconectar del mundanal ruido. Desde sus playas de arena negra volcánica hasta miradores que te dejarán sin aliento, pasando por una gastronomía que sabe a mar y a tierra, Valle Gran Rey te invita a bajar revoluciones y conectar con la esencia de La Gomera. ¿Nos acompañas a descubrir sus secretos mejor guardados? ¡Vamos allá, chacho!
Antes de sumergirnos en sus playas y senderos, respiremos un momento el aire de Valle Gran Rey. Este lugar tiene una energía especial, una mezcla de la herencia gomera ancestral y el espíritu libre que llegó con los primeros viajeros alternativos en los años 60 y 70. El nombre, por cierto, evoca al último gran rey guanche de la zona, Hupalupa, un líder que resistió la conquista castellana. Aunque la historia también recuerda episodios más oscuros, como la “Rebelión de los Gomeros” en 1488, un levantamiento trágico contra el señorío de Hernán Peraza el Joven, cuya historia resuena aún hoy en la memoria colectiva y en monumentos como la escultura de Hautacuperche en La Puntilla.
El municipio se divide claramente en dos zonas: el Valle Alto, con núcleos más tradicionales como Los Granados, El Hornillo o Casa de la Seda, aferrados a las laderas y rodeados de palmerales y bancales; y el Valle Bajo, la zona costera y más turística, donde se concentran La Calera (capital administrativa), Borbalán, La Playa y el pintoresco puerto de Vueltas. Aunque el turismo es hoy el motor económico, Valle Gran Rey ha sabido conservar, en gran medida, su carácter tranquilo y su conexión con la naturaleza. Es un lugar donde aún puedes cruzarte con pescadores remendando redes, escuchar el sonido del guarapo (savia de palma) al ser recogido o simplemente sentarte a ver la vida pasar sin prisas. Esa atmósfera relajada y un poco hippie sigue siendo uno de sus grandes atractivos.
Si algo define la costa de Valle Gran Rey es su diversidad. Aquí encontrarás desde piscinas naturales perfectas para los más pejes hasta rincones salvajes donde sentir la fuerza del Atlántico. ¡Prepara la toalla y el protector solar!
Conocido también como “La Charca”, este lugar es una bendición para las familias con niños pequeños. Se trata de una amplia piscina natural que se forma con la marea alta, protegida del oleaje por una barrera rocosa. Sus aguas tranquilas y poco profundas (rara vez superan los 80 cm) son ideales para que los niños chapoteen y jueguen sin peligro. Además, cuando la marea baja, se descubren pequeñas pozas llenas de vida marina, ¡un acuario natural para explorar! El nombre, según cuenta la tradición, viene del Conde Hernán Peraza, que lo usaba como lugar de recreo. Hoy, es un espacio de disfrute para todos, con fácil acceso y servicios cercanos.
Justo al abrigo del muelle pesquero de Vueltas, esta playa es otra joya para quienes buscan aguas calmadas. Su fina arena negra y la protección del espigón la hacen perfecta para un baño relajado, ideal también para familias y parejas. Pero Vueltas guarda una sorpresa fascinante: es frecuentada por numerosas mantelinas (rayas mariposa) y chuchos (pastinacas) que nadan tranquilamente cerca de la orilla, a veces camufladas en la arena. Observarlas en su hábitat (¡siempre con respeto!) es un espectáculo. El ambiente marinero del puerto, con sus barcas de colores y restaurantes de pescado fresco, completa la estampa.
Estas dos playas, separadas apenas por unas rocas, forman la franja de arena más extensa del municipio, casi un kilómetro de longitud. La Calera, más ancha y a veces con más oleaje (especialmente en invierno, cuando la arena puede mezclarse con callaos), es perfecta para pasear, tomar el sol y disfrutar de los servicios cercanos del pueblo. La Puntilla, algo más resguardada y donde desemboca el barranco, alberga la imponente escultura de bronce de Hautacuperche. Ambas son famosas por sus espectaculares puestas de sol, un ritual diario que congrega a locales y visitantes. Ideales para parejas y adultos que buscan comodidad y ambiente.
Si buscas un rincón más salvaje y con un ambiente bohemio, tu lugar es la Playa del Inglés. Situada al norte del núcleo urbano, esta playa de arena negra y fuerte oleaje (¡ojo con las corrientes!) es un icono del espíritu libre de Valle Gran Rey. Es conocida por ser tradicionalmente nudista, aunque conviven bañadores y desnudos con total naturalidad. El paisaje, con los impresionantes acantilados detrás, es espectacular. Es la favorita de mochileros, parejas y amantes del ecoturismo que buscan autenticidad y contacto directo con la naturaleza más pura. Se accede por un corto sendero desde un pequeño aparcamiento.
Para los más aventureros y amantes del ecoturismo que no temen caminar un poco más, existen otras calas menos accesibles como Playa de Güariñen o Callao de la Moza. Suelen ser de callaos, con oleaje fuerte y sin servicios, pero ofrecen una soledad y una conexión con el entorno marino difíciles de encontrar en otros lugares. Infórmate bien sobre el acceso y las condiciones del mar antes de ir.
Valle Gran Rey no solo se disfruta a nivel del mar. Ascender por sus sinuosas carreteras o senderos desvela perspectivas que son pura poesía visual. ¡No guardes la cámara!
Diseñado por el genial artista lanzaroteño César Manrique, este mirador es una obra de arte integrada en el paisaje. Ubicado en lo alto del valle, ofrece unas vistas panorámicas simplemente espectaculares sobre los bancales, el palmeral y el pueblo desparramándose hacia el mar. Aunque el restaurante que albergaba lleva tiempo cerrado (verifica su estado antes de ir), las terrazas exteriores siguen siendo accesibles y son, posiblemente, el mejor balcón para contemplar Valle Gran Rey. La arquitectura del edificio, con sus líneas orgánicas y materiales locales, es también digna de admiración. Imprescindible para todos los perfiles de viajero.
Si hay una imagen que representa a Valle Gran Rey, probablemente fue tomada desde aquí. Situado en plena carretera GM-1 descendiendo hacia el valle, este mirador ofrece la clásica postal de las laderas aterrazadas, las palmeras y las casas blancas colgando sobre el barranco. Es una parada obligatoria para entender la orografía del lugar y maravillarse con el ingenio humano para adaptarse a ella. Ideal para una parada rápida y llevarse un recuerdo imborrable.
Más que un simple mirador, la plaza frente a la pequeña Ermita de San Antonio, en la zona de El Retamal (Valle Alto), es un lugar cargado de significado. Ofrece unas vistas preciosas sobre el palmeral y los cultivos del valle, pero también simboliza el fin de la llamada “Guerra del Agua”, un conflicto histórico entre los agricultores del Valle Alto (que usaban el agua para subsistencia) y los del Valle Bajo (para el plátano) a mediados del siglo XX. Un lugar tranquilo para contemplar el paisaje y reflexionar sobre la importancia del agua en estas islas.
Consejo Insider: Los atardeceres desde cualquiera de estos miradores son espectaculares, especialmente desde Palmarejo y La Curva del Queso. Si puedes, visítalos también al amanecer, cuando la luz dibuja las sombras del valle de forma mágica.
Valle Gran Rey es un campamento base perfecto para explorar la naturaleza salvaje de La Gomera, tanto por tierra como por mar.
La Gomera es un paraíso para los senderistas, y desde Valle Gran Rey tienes acceso a una red de caminos que te llevarán a través de paisajes increíbles.
¡Importante! Siempre lleva agua suficiente, protección solar, gorra y calzado adecuado. Consulta la previsión meteorológica y el estado de los senderos antes de salir. Informa a alguien de tu ruta.
Las aguas entre La Gomera y Tenerife son uno de los mejores lugares de Europa para observar ballenas y delfines en libertad durante todo el año. Desde el Puerto de Vueltas zarpan diariamente excursiones dedicadas al avistamiento responsable de cetáceos. Es muy probable ver calderones tropicales (ballenas piloto), delfines mulares o delfines moteados, y con suerte, otras especies migratorias. Una experiencia emocionante e inolvidable para todas las edades. Empresas como Excursiones Yani, Excursiones Tina y Speedy Adventure ofrecen tours de varias horas, a menudo con paradas para bañarse y algo de comer a bordo.
Las tranquilas aguas de la bahía de Vueltas y La Puntilla son perfectas para explorar la costa remando. Alquilar un kayak o una tabla de paddle surf (SUP) te permite descubrir pequeñas cuevas, acercarte a los acantilados desde otra perspectiva y disfrutar del mar de una forma activa y relajante. Es una actividad ideal para familias, parejas y adultos activos. Empresas como Gomera Activa o Ymaguara Turismo ofrecen alquiler de material y rutas guiadas.
El Monumento Natural de Los Órganos, en la costa norte de la isla, es una de las formaciones geológicas más impresionantes de Canarias. Se trata de un acantilado formado por columnas basálticas hexagonales que se asemejan a los tubos de un órgano gigante, resultado del enfriamiento lento de la lava y la erosión marina. Solo se puede apreciar en todo su esplendor desde el mar. Varias empresas en Valle Gran Rey (como las mencionadas para cetáceos) organizan excursiones en barco específicas para visitar Los Órganos, siempre que las condiciones del mar lo permitan. Una visita obligada para amantes de la geología y el ecoturismo.
Explorar Valle Gran Rey también es un viaje para el sentido del gusto. La gastronomía gomera es sencilla pero sabrosa, basada en productos locales frescos y recetas tradicionales.
Una de las magias de Valle Gran Rey es su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de viajeros:
Oficina de Turismo: Para información actualizada sobre horarios, eventos, transportes y recomendaciones personalizadas, visita la Oficina de Información Turística de Valle Gran Rey. Suele estar en la zona de La Playa. Tel: +34 922 80 54 58.
¡Absolutamente! El Charco del Conde y la Playa de Vueltas son muy seguras para ellos. El ambiente es tranquilo y familiar, y actividades como ver delfines o jugar en la arena negra les encantarán. Hay muchos apartamentos equipados para familias.
Depende de lo que busques. Para familias, el Charco del Conde. Para tranquilidad y ver rayas, Vueltas. Para extensión, servicios y atardeceres, La Calera/La Puntilla. Para ambiente salvaje y nudismo, Playa del Inglés.
Para moverte por el núcleo costero (playas, restaurantes), no es estrictamente necesario. Pero si quieres explorar los miradores del valle alto, hacer senderismo en otras zonas, visitar el Parque Nacional de Garajonay o recorrer la isla, alquilar un coche es muy recomendable.
Para disfrutar de lo básico (playas, algún mirador, el ambiente del pueblo), mínimo 3-4 días. Si quieres hacer senderismo, excursiones (cetáceos, Los Órganos) y explorar un poco más la isla desde aquí, una semana sería ideal.
Sí, la Playa del Inglés es la playa nudista por excelencia y una de las más famosas de Canarias para esta práctica. En otras playas es menos común, aunque el ambiente general es muy tolerante.
Valle Gran Rey es mucho más que un destino de sol y playa. Es un lugar con alma, un refugio donde la naturaleza impone su ritmo y la vida se saborea con calma. Ya sea que busques aventura en sus senderos, paz en sus playas o simplemente un rincón donde desconectar bajo el sol canario, este valle mágico te espera con los brazos abiertos. ¿Te animas a descubrirlo?
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