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Playa Bahía Feliz: Donde el Viento Te Sonríe

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María García Autor

¿Sabes ese viento que a veces te fastidia en la ciudad, que te vuela los papeles y te despeina sin preguntar? Pues aquí, en un rincón del sur de Gran Canaria, la gente viene a buscarlo a propósito. Suena raro, lo sé. Pero te voy a contar por qué una playa con una brisa casi constante se llama, precisamente, Bahía Feliz. No es una ironía, es que la felicidad aquí se mide de otra manera.

El baile de las velas y los callaos

Lo primero que tienes que entender de Bahía Feliz es que no es la típica playa de postal del sur de la isla. Aquí el protagonista no es el que está tumbado en la toalla, sino el que está de pie sobre una tabla, volando sobre el agua. Es un lugar con energía, con un ritmo que marca el viento alisio.

La orilla es una mezcla de arena oscura, casi negra, con un montón de callaos, esas piedras redondeadas que el mar ha pulido durante siglos. Cuando las olas se retiran, hacen un sonido grave, como si la playa respirara hondo. Y sobre ese sonido, el silbido del viento y el aleteo de las velas de windsurf que pintan el horizonte de colores vivos. Es un espectáculo que hipnotiza, te lo aseguro.

Aquí vienen deportistas de media Europa. Ves a gente que controla tanto que parece que han nacido con la tabla pegada a los pies. Recuerdo una tarde, sentado en los callaos, viendo a un alemán veterano, de esos que llevan más años aquí que yo en el mundo, planear sobre el agua con una facilidad que parecía brujería. No hablaba español, yo no hablaba alemán, pero con una sonrisa y un gesto con la cabeza nos entendimos. Esa es la felicidad de esta bahía: la del movimiento, la de sentir la fuerza de la naturaleza y jugar con ella.

Un par de consejos antes de que vayas

  • Si buscas acción: La tarde es tu momento. Los alisios cogen fuerza y la bahía se llena de velas. Hay varias escuelas justo ahí si te pica el gusanillo y quieres probar una clase. No te preocupes, hay niveles para todos.
  • Si vas en familia: Ojo, que esto no es Maspalomas. La orilla tiene bastantes piedras, así que unos escarpines (zapatos de agua) son casi obligatorios, sobre todo para los más pequeños. Busca los tramos que tienen más arena, que los hay. El ambiente es tranquilo y, aunque haya viento, los niños se lo pasan en grande viendo a los windsurfistas.
  • Para llegar: No tiene pérdida. Viniendo por la autopista GC-1 desde el aeropuerto, es una de las primeras salidas del sur, la de Tarajalillo. Desde ahí, la GC-500 te deja en la puerta. Hay una plazoleta que te anuncia la entrada a la urbanización, es fácil de ver.

Así que la próxima vez que pases por el sur, no veas Bahía Feliz como “la playa de los hoteles”. Es mucho más. Es un lugar donde el viento no molesta, sino que da vida. Acércate, aunque sea solo a mirar. Siente esa brisa en la cara y escucha el mar. Quizás no te bañes, pero te aseguro que te irás con una energía distinta.

Preguntas frecuentes

¿Es una buena playa para ir solo a tomar el sol?

Si te soy sincero, si lo único que buscas es estar quieto en una toalla sin una pizca de viento, quizás haya mejores opciones cerca. Aquí el viento es parte del encanto. Si no te importa una buena brisa que te refresque, entonces sí, pero no esperes un remanso de paz total.

¿Necesito saber windsurf para disfrutarla?

Para nada. De hecho, gran parte de la gente que viene se queda en la orilla disfrutando del espectáculo. Ver las velas moverse a toda velocidad es muy entretenido. Y si te animas, siempre puedes tomar una clase de iniciación en alguna de las escuelas locales.

¿Cómo es la arena? ¿Se puede caminar descalzo?

Es una mezcla. Hay zonas de arena volcánica oscura y otras de callaos (piedras). Se puede caminar descalzo por la arena, pero para entrar al agua o caminar por la orilla, te recomiendo llevar escarpines o cholas. Los callaos pueden ser incómodos.

¿Hay sitios para comer o tomar algo cerca?

Sí, la playa está junto a la urbanización Bahía Feliz, que tiene un pequeño centro comercial con restaurantes, bares y supermercados. Tienes de todo a un par de minutos caminando desde la playa, no hace falta ni coger el coche.

¿Es fácil aparcar el coche?

Como en casi todo el sur: depende de la hora. A primera hora de la mañana no suele haber problema. A mediodía, sobre todo los fines de semana o en temporada alta, se puede complicar un poco más. A veces toca dar un par de vueltas, pero se suele encontrar sitio en las calles de la urbanización.

¿Es un lugar seguro para niños?

Sí, es un lugar familiar, pero con matices. No es una playa de aguas totalmente paradas. El oleaje suele ser moderado y el viento es constante, así que hay que estar pendiente de los más pequeños, como en cualquier playa. Es ideal para familias con niños un poco más mayores que disfrutan viendo el deporte y jugando en la orilla.

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